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RESEÑA SOBRE EL LIBRO "UN DAÑO IRREVERSIBLE" de Abighail Shrier, POR JOSÉ ERRASTI


La aparición en nuestro país de “Un daño irreversible”, el libro de la periodista Abigail Shrier, puede suponer el salto definitivo de la temática queer/trans a la opinión pública, superando los guetos marginales en donde se ha venido produciendo el debate hasta ahora.


Sólo por este motivo ya se debería celebrar la valiente decisión que Deusto-Planeta ha tomado al realizar una edición española de lo que ha sido considerado uno de los libros más importantes del panorama internacional en 2020.

Resulta sorprendente, inexplicable, más propio de una distopía que de un régimen democrático, que el mayor cambio social de los últimos siglos —que implica desde una reformulación jurídica de los conceptos de “mujer” y “varón”, hasta lo que puede ser la mayor mala práctica sanitaria de los tiempos recientes— esté teniendo lugar a través de canales claramente minoritarios, completamente desapercibido por el común de la población. Ciertos canales de ciertas redes sociales arden 24/7 con proclamas pro o antiqueer en donde se maneja terminología sofisticada inventada ayer como si fuera el vocabulario básico de nuestra lengua.


Pero en la calle nadie se está enterando de nada.

Pero en la calle nadie se está enterando de nada. Algunos políticos, bien por edad, bien por wokismo sectario, participan de dichos canales marginales, e igualmente están consiguiendo que se plasme en la legislación medidas que oficializan los estereotipos sexuales más rancios sin el menor debate social, y, por tanto, sin la menor oposición. El tema sólo se presenta de forma unilateral a través de personajes de ficción o de casuística de representatividad discutible mostrada en shows televisivos. Nunca a través de debates en igualdad de condiciones.

El tema sólo se presenta de forma unilateral a través de personajes de ficción o de casuística de representatividad discutible mostrada en shows televisivos. Nunca a través de debates en igualdad de condiciones.

La única posibilidad de éxito que tiene este movimiento se basa en impedir que su proyecto distópico llegue con claridad a la mayor parte de la opinión pública. Por eso este libro ha recibido tantos intentos de censura, tanto en su versión original como en la reciente edición española. El hecho de que Shrier no escriba desde una adscripción explícitamente feminista puede verse como una limitación, pero también como una posibilidad de alcanzar un público más amplio.

La reacción posmoderna, con su paroxismo en lo cuir y la libre autodeterminación del sexo, supone el mayor ataque al feminismo de los últimos cincuenta años, y el libro de Shrier se centra en la descripción del frente más indignante de este ataque. Pero estamos ante un pensamiento tan desencaminado en todos sus aspectos, que —no contra, pero sí al lado del feminismo— cabe también oponerse desde posturas psicológicas, sociológicas o filosóficas por derecho propio, y no meramente secundarias al feminismo.

Pero estamos ante un pensamiento tan desencaminado en todos sus aspectos, que —no contra, pero sí al lado del feminismo— cabe también oponerse desde posturas psicológicas, sociológicas o filosóficas por derecho propio, y no meramente secundarias al feminismo.

Por otro lado, el texto está repleto de reflexiones lúcidas, alertas dignas de ser tenidas muy en cuenta y una gran cantidad de aspectos prácticos que pueden ser de utilidad a las personas que están involucradas en la situación de la disforia de género de aparición rápida. No es, ni lo pretende, un texto científico ni un ensayo filosófico, sino un libro de divulgación basado en una investigación periodística a fondo, en donde decenas de representantes de cada persona implicada —adolescentes, familiares, médicos, transicionadores y detransicionadores— han sido entrevistados y enfrentados a los aspectos centrales de este grave problema de salud pública.


Deberíamos entender que no nos enfrentamos sólo a la misoginia y el sexismo, sino al individualismo, al infantilismo y al neoliberalismo.

¿Hay motivos para la esperanza? Quién sabe. Por un lado, deberíamos entender que no nos enfrentamos sólo a la misoginia y el sexismo, sino al individualismo, al infantilismo y al neoliberalismo. Pero, por otro, también es cierto que en los últimos pocos años no ha pasado mes en donde no saltara la noticia de alguna institución que públicamente denuncia este delirio o algún país que retrocede en sus supuestas leyes progresistas sobre este tema tras comprobar asustados la metedura de pata que supusieron.

Libros como “Un daño irreversible” ponen su grano de arena —un grano de arena del tamaño de un puño— para la esperanza, y recibirán sin duda el apoyo de todas las personas que contemplan asustadas los ataques a la infancia y juventud que empiezan a ocurrir en nuestro país, a poco sentido de la estrategia que tengan.

Firmado:

José Errasti profesor de psicología en la Universidad de Oviedo para AMANDA

¡Muchas gracias!

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